Historias del libro Guiness de los Desatinos Navales

 1ª La primera vez que vieron un barco de vapor







El Savannah, representado en la imagen posterior, fue el primer barco de vapor que cruzó el Atlántico. (Se ven en la foto velas y paletas, pero también se propulsaba con vapor). Inglaterra no construyó su primer vapor hasta 1822, tres años después. Por eso cuando vieron llegar desde Irlanda al Savannah echando humo, pensaron que estaba ardiendo y le enviaron un guardacostas.




El barco de vapor no tuvo en sus inicios el éxito que cabría suponer, porque exigía mucho espacio para las calderas y el carbón, que además pesan, y no resultaban muy rentables para la mayoría de los usos de un buque.




Savannah







2ª                    El buque redondo


Un intento de innovación el la tecnología naval, que en este caso no resultó un avance: el diseño de un buque redondo. El desarrollo de los buques de guerra en la segunda mitad del siglo XIX llevó a ocurrencias como esta. El intento se realizó en la década de 1860, el Almirante Popov diseñó un buques protegido circular para la flota rusa. Popov creó dos de los buques más extraños jamás conocidos, llamados Almirante Popov y Novgorod, ambos con casco circular, una gruesa coraza y un armamento pesado de cañones de 12 pulgadas. El invento no resultó muy útil pues no permitía en absoluto controlar el rumbo de la embarcación, que giraba constantemente y fue atrapada por la corriente en un constante remolino hasta ser lanzados al mar. Ambos prototipos terminaron fondeados como fuertes flotantes o como atracciones turísticas.






3ª Barlovento milagroso
Esta historia relata la importancia del conocimiento del medio marino, que puede ser más importante que tener una poderosa flota: en el canal de la Mancha, el día de San Bartolomé de 1927 tuvo lugar la batalla de South Foreland. En estos tiempos en que se dependía de la vela, una batalla desarrollada a barlovento con el viento a su favor, tenía ventaja para lograr la victoria y decidir el curso de la batalla, aunque la flota de su rival estuviera mejor preparada. En agosto de 1217 una flota francesa de entre 200 y 300 buques cruzó el canal, iba a llevar tropas y abastecimiento para el Príncipe francés. Muchos de los buques eran mercantes, y fueron aprisionados por el pirata Eustaquio el Monje. Al avistar al pirata frente a Dover, el gobernador de la ciudad Humberto de Burgh, que estaba enfrentado al pirata por el anterior saqueo de Folkestone, zarpó con una pequeña flota de unos 30 buques, de los que 16 eran grandes balsas. Los franceses no pudieron menos que reír al ver la pequeña escuadra dispuesta a hacerles cara, mientras Humberto maniobraba para lograr el barlovento. Esto le permitiría decidir cuándo y dónde atacar mientras Eustaquio sólo podía ser empujado por el viento. A pesar de la inferioridad numérica, probablemente de 5 a 1, Humbreto venció. Comenzó atacándoles por la retaguardia, sabiendo que el centro y la vanguardia no podían dar vuelta para ayudar, continuaron atacando hasta capturar al pirata y conseguir la victoria, hasta el punto de que se dijo que tan sólo 15 buques franceses pudieron regresar a Calais, pues los capturados pasaron a ser patrimonio de Dover.   


Y la última: buques que se torpedean a sí mismos

Una última historia, sobre la importancia de respetar las limitaciones impuestas por el diseño del buque que se pretenda usar, si éste está preparado para unas condiciones climáticas, es peligroso usarlo en otras, especialmente si se pretende combatir. La historia trata de una batalla acaecida en marzo de 1942, en que el Trinidad, intentando defenderse de tres destructores alemanes lanzó tres torpedos a uno de ellos. Dos estaban tan congelados que no pudieron salir de sus tubos, y el tercero falló porque el combustible de su motor y el giróscopo se habían congelado, esto provocó que cambiaran de dirección, girasen sobre sí mismos y acabaran impactando contra el propio buque que los lanzó.

6 comentarios:

meg dijo...

¡Qué hermoso buque, Mónica! Acabo de descubrirte porque has visitado mi blog -¡gracias!- y veo cómo tratas todo lo referente a lo naval. Pero TODO. Lo que hace tu blog variado y agradable de leer.

Mi marido hacemaquetas de barcos y por eso encuentro la maqueta del Savannah muy bonita.

Feliz domingo. Y me convertí en tu seguidora

Navalandia dijo...

Gracias, qué alegría q te guste! Bienvenida!
Estoy justo ahora poniendo un barco que se pone de pie, de los años 50!
Me parecen impresionantes las maquetas de barcos q hacen los modelistas, qué arte!

meg dijo...

Me parece interesante los Guiness navales. Estaré atenta.

Por cierto,mi maridohacemaquetas de barcos y me encantan. Terminó una del San Juan Nepomuceno que era una preciosidad, de un metro de altura y, en la mudanza de piso, nos la rompieron toda. Me costó lágrimas. Ahora anda liado con el Elcano.

Navalandia dijo...

Buf! Acabo de mirar en internet y vi el Juan Nepomuceno, (sí que es precioso!), le ponen 8-9 meses de realización, no me extraña que sufrieras al verlo roto!

mewmewmew dijo...

Mi marido hacemaquetas de barcos y por eso encuentro la maqueta del Savannah muy bonita.



colon cleanse products
steroid alternatives

Navalandia dijo...

me parece un trabajo impresionante el de hacer maquetas de barcos. Si ya es complejo hacer un barco con todos los medios, encima hacerlo todo a mano y en miniatura... es alucinante